Ayer leí que Carlos Castresana pedía el apoyo de los presidenciables para la CICIG y me percaté que entre tanto relajo electoral no he logrado comentar nada acerca del asunto. Hoy que la ministra Adela Torrebiarte y Juan Luis Florido le ofrecen 20 investigadores élite, es un buen momento para discutir el tema.
Como la política actual parece ser cuestión de escoger un bando, empezaré diciendo que no me opongo a la CICIG. Creo que no hay que confundir soberanía con soberbia y que no haynada de malo en pedir ayuda cuando se le necesita.
Por otra parte, me incomoda un poco la autonomía y el poder que se le ha inferido a la comisión. Aun así, me infunde más confianza que, digamos, el Estado Mayor Presidencial o el ejército.
Ahora, una explicación de por qué vote por diputados unionistas para el distrito central, a sabiendas de que ellos se oponían a la CICIG:
En mi opinión, en medio del frenesí electoral, ellos hicieron bien su trabajo al detenerse a revisar los tecnisismos legales de la ley. Otros también se oponían por diferentes razones (Suger, el FRG, etc.) pero los unionistas, a mi parecer, fueron los que manejaron la situación de la manera más inteligente. Creo que un diputado que es capaz de analizar prospectivamente una ley es más competente que un diputado que se deja guiar por los intereses electorales de su partido. Honestamente, no creo que los patojos del Frente o ‘Manuelito’ del Partido Patriota sean capaces de hacer esto, en caso de que resultaran electos.
Tan bien que venía…No me diga que aquí se quedó!
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Imaginate al Manuelito! jajaja
QUE MALO SOY
Pero hay que aceptar que al chato este lo metieron por pura estrategia para incluir a todos y a todas! AAW.
rechas…
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