No cabe duda que, con 500 millones de hablantes en todo el mundo, el español es un idioma vivo y dinámico. Los lineamientos que rigen su buen uso también cambian y se adaptan al mundo actual. En diciembre de 2010, la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), presentaron la nueva edición de la Ortografía de la lengua española, que sustituyó a la anteriormente vigente, de 1999.
La Real Academia Española ha aprovechado esta edición para afianzar algunas reglas, que viene a bien conocer e implementar en el día a día. Así, por ejemplo, la Ortografía de 1999 recomendaba escribir con minúscula los días de la semana y los meses, pero la edición de 2010 lo impone como norma: Hoy es miércoles 28 de marzo.
En algunos casos, se han simplificado las reglas. Anteriormente, si existía riesgo de ambigüedad, se debían tildar el adverbio solo y los demostrativos (este, esta, etc.) cuando funcionaban como pronombres. La nueva ortografía establece que ahora se podrá prescindir de la tilde en estas formas, incluso en casos de doble interpretación. Los expertos indican entonces que las oraciones ambiguas se pueden aclarar por otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente, únicamente), una puntuación adecuada o cambiando el orden de las palabras para forzar una sola interpretación.
Todos los prefijos, incluido ex-, deben escribirse unidos a su base léxica cuando esta es solo una palabra: exmarido, expresidente, exdirector, etc. En cambio, se escribe separado con guion si la base léxica es un nombre propio (anti-Franco, pro-África) o una sigla (anti-OTAN), y separado sin guion cuando la base léxica consta de varias palabras (ex primer ministro, pro derechos humanos).
Otra novedad tiene que ver con los diptongos ortográficos: palabras como lie, guion, hui son monosílabas a efectos de acentuación gráfica y, por ello, deben escribirse obligatoriamente sin tilde. Desaparece la posibilidad de tildarlas aun cuando se pronuncien como bisílabas.
En la actualidad están muy arraigadas ciertas convenciones ortográficas que no necesariamente están en lo correcto. Por ejemplo, muchos acostumbran no tildar las mayúsculas, o tildar la conjunción o cuando está entre números para evitar la confusión con el cero. La tipografía moderna ha solucionado cualquier problema que por lo que las mayúsculas siempre se tildan cuando se requiere y la conjunción o se escribirá siempre sin tilde: 1 o 2. Ante estos cambios más o menos constantes, no está de más estar al pendiente de la normativa de la RAE para mantenerse actualizado. JLG