Hace más de diez años, cuando yo apenas empezaba a usar Twitter, empecé a seguir a Chris Cornell, vocalista de Soundgarden, Temple of the Dog y Audioslave. En esa época –si mal no recuerdo– estaba de gira con su disco en solitario «Scream».
Una tarde, mientras estaba en un aeropuerto, Cornell empezó a tuitear:
Al rato, leí su siguiente tuit. El prisionero con quien lo habían confundido le había robado su teléfono y se había hecho pasar por él para escapar.
Sí, en esos tiempos, todavía se usaba BlackBerry. Decidí seguirle la broma y contestarle:
Siempre consideré a Cornell como una de las mejores voces del Rock. Así que si un privado de libertad iba a robar su identidad, pensé que por lo menos tenía que poder cantar como él.
Lo que no me esperaba era su respuesta.
Y eso fue todo. Esta es la historia de cuando Chris Cornell me contestó en Twitter.
No one sings like you anymore
Automata finitos no determinísticos 