En 1974 Richard Nixon renunció a su mandato presidencial a raíz del escándalo de Watergate. Del director Ron Howard, Frost/Nixon recuenta una serie de entrevistas que el expresidente ofreció a David Frost tres años después.
Para hablar de conspiraciones, crímenes, y gobernantes… Prefiero hablar de Frost/Nixon. Para variar una excelente película, justamente nominada a 5 premios Oscar, se encuentra sólo en una sala de cine. No quiero sonar paranoico, pero empiezo a sospechar que hay un aparato clandestino cuya única función es mantener fuera de cartelera las buenas películas, aquellas que hacen pensar un poco a la audiencia.
Esta obra nos muestra un choque histórico entre la política y los medios; entre Frost, un carismático presentador de televisión británico, y Nixon, el ex gobernante que salió impune luego de cometer uno de los crímenes más vergonzosos en la historia política de Estados Unidos.
David Frost, sin tener experiencia en el periodismo político, decide arriesgarlo todo para lograr la entrevista, con el objetivo de lograr un buen índice de audiencia. Los productores de Frost, desean que el evento trascienda a algo más que un simple show mediático. A lo largo del camino, la pericia de Nixon y sus asesores complican la situación y todo parece indicar que una vez más saldrá libre de culpa. Todo dependerá de Frost y su capacidad de tomar el control de la entrevista y acorralar a “Tricky Dick”.
Con el nominado para el Oscar, Frank Langella, como Nixon y Michael Sheen como Frost, la película también cuenta con buenas actuaciones de Sam Rockwell, Oliver Platt y Kevin Bacon; contrincantes todos en el juego de estrategia que se desarrolló antes y durante las grabaciones de la entrevista.
Una película obligatoria, Frost/Nixon muestra que es mejor actuar que hablar, pero que es mucho mejor pensar y luego actuar correctamente. Una vistazo al poder e influencia de los medios en la opinión pública, cuando hacen las cosas bien.