La miel que brota del volcán

Las abejas que recolectan polen de las flores silvestres de las faldas del volcán Atitlán, no solo le dan su sabor característico a la miel Aj Tikonel Kab’, sino que contribuyen a la biodiversidad y medios de vida de las comunidades aledañas.

En los años recientes, la plaga de la roya marcó la producción del café en Guatemala. Grandes y pequeños productores sufrieron la pérdida de cultivos e ingresos. En 2013 el 70% de las plantaciones fueron afectadas y los gobiernos de Guatemala, Costa Rica y Honduras declararon emergencias nacionales. No era para menos, los campesinos cuya subsistencia dependía mayoritariamente de la cosecha del grano se vieron especialmente afectados.

La roya, que usualmente ataca en áreas bajas sobre el nivel del mar, por razones desconocidas afectó cafetales en tierras altas y alcanzó las montañas alrededor del Lago de Atitlán.

Pero “no sólo es la roya”, dice Genaro Simalaj, técnico de los proyectos de Apicultura y Huertos Orgánicos de la organización Pueblo a Pueblo y quien ha trabajado en el Instituto Mesoamericano de Permacultura y en la Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria en Guatemala. Desde el inicio de la visita, es evidente su pasión por la defensa de la naturaleza y la diversidad biológica. Antes de hablar de las abejas, menciona cómo los antepasados hacían uso de la agroecología para su subsistencia y cómo los monocultivos amenazan la biodiversidad.
miel-aj-tikonel-kabEl sabor del Volcán de Atitlán está acá”, dice Genaro mientras sostiene un frasco de miel Aj Tikonel Kab’ (“colectores de miel”, en Kaqchikel). Simalaj fue nuestro guía en una visita a un apiario de la asociación, misma que es apoyada por  Pueblo a Pueblo. Nos acompañaban miembros de la junta directiva de la asociación de apicultores y dos colaboradores más de Pueblo a Pueblo: Michelle Sims, gerente del proyecto apícola, y Andrew Wilson, director ejecutivo. A través de este proyecto sostenible se impulsa la diversidad de la cuenca del lago y se brindan nuevos medios de vida para las familias caficultoras.

Los enjambres de Pueblo a Pueblo

Como parte de su programa de Medios de Vida Sostenibles, la organización Pueblo a Pueblo implementó en 2013 un proyecto apícola con un grupo de nueve campesinos que se dedicaban a cosechar café en la comunidad de Pampojilá, en San Lucas Tolimán, Sololá. El objetivo era empoderar a las familias con conocimientos que les permitieran suplir sus ingresos tras las recurrentes plagas en las plantaciones.

El proyecto dio inicio con la llegada de unas cuantas colmenas y con el esfuerzo de las familias ha crecido considerablemente. Aj Tikonel Kab’ cuenta con 23 colmenas y su producción va en aumento: el año pasado, se produjeron más de 630 libras de miel, en comparación con las 250 de 2013.

La visita la realizamos a donde se reproducen los enjambres. El área de producción está a una hora y media caminando por las faldas del volcán. El espacio que actualmente arrendan es lo suficientemente grande para sostener unas cuantas decenas de enjambres. Además, tiene variedad de plantas silvestres. El nuevo reto de la asociación es encontrar un espacio propio para cultivar la miel.

Para los miembros de la asociación el apoyo más grande recibido de Pueblo a Pueblo es la capacidad de organizarme y trabajar en conjunto. Esto les ha permitido aumentar su producción y comercializar su producto en diferentes hoteles y comercios del área.

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